La seguridad y salud en el trabajo (SST) exige claridad conceptual, y la distinción entre Peligro y Riesgo es fundamental para una gestión preventiva eficaz. Confundirlos detiene la acción. Entenderlos es el primer paso para pasar de reaccionar a prevenir incidentes en cualquier entorno. El PELIGRO es la fuente o situación con potencial intrínseco de causar daño. Es algo fijo y latente. Por ejemplo, un químico corrosivo, una superficie de trabajo a 5 metros de altura o un cable eléctrico expuesto son peligros. El peligro existe incluso si nadie está interactuando con él. La identificación de peligros es la base de la seguridad; nos obliga a listar todo lo que, por su naturaleza, podría lastimarnos.
La Evaluación: Del Potencial de Daño a la Probabilidad de Suceso (Riesgo)
Una vez que identificamos el Peligro, evaluamos el RIESGO. El RIESGO es la combinación de la probabilidad de que ocurra un evento peligroso y la severidad del daño resultante. Es un concepto dinámico que depende de la exposición y el control. La gestión de la seguridad trabaja en esta área. Conceptualmente, se entiende como $Riesgo = Probabilidad \times Severidad$. Un ejemplo práctico: si un cable expuesto (Peligro) está cerca de una zona de alto tráfico y los trabajadores no usan calzado dieléctrico, la Probabilidad de electrocución es alta y la Severidad es alta. Por lo tanto, el Riesgo es crítico. Dado que muchos peligros son inherentes a la operación (no puedes eliminar la electricidad o el trabajo en altura), la gestión de SST se enfoca en reducir el Riesgo a un nivel tolerable. Esto se logra mediante la implementación de medidas de control, conocidas como la Jerarquía de Controles (eliminación, sustitución, ingeniería, administrativos y EPP). Recuerda: Peligro es constante; Riesgo es variable. El riesgo cambia con cada control que implementas.
Conclusión y Llamada a Acción
En resumen: el PELIGRO es el qué (la causa potencial de daño); el RIESGO es el cuánto (la probabilidad de que te afecte y su gravedad). Una gestión de seguridad proactiva identifica el peligro y aplica controles continuos para mantener el riesgo bajo. Este enfoque estructural es la única vía para un entorno de trabajo seguro. ¡Convierte el conocimiento en acción! Si tu organización busca optimizar la gestión del riesgo, capacitar a su personal en la correcta identificación de peligros, o implementar programas de seguridad de excelencia, necesitas al mejor aliado.
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